En el siglo XXI, todos los aspectos de la vida cotidiana poseen un alto grado de vinculación con la tecnología. La velocidad con que el mundo se desarrolla aumenta cada día, ante lo cual, la ciencia busca la manera de potenciar la rapidez y efectividad de las labores diarias. Es así como actividades como cocinar, desplazarse o comunicarse se hacen realizables de forma rápida y eficaz durante el día. Sin embargo, en los últimos años, se ha visto la necesidad de agregar otra actividad humana a toda esta corriente tecnicista, la cual es de suma importancia para la superación de los individuos: la educación.
Frente a este hecho, las empresas distribuidoras de tecnologías unen esfuerzos junto a las escuelas para concebir el concepto de: Aula Inteligente. Un Aula Inteligente, según Segovia, es una “comunidad de aprendizaje, cuyo objetivo principal es el desarrollo de la inteligencia…de los alumnos…bajo la mediación de los profesores, por medio de métodos didácticos diversificados…en un espacio multiuso abierto, tecnológicamente equipado y organizado…” (Segovia, 1998, p.18, citado por Lozano Díaz, 2004, p.2) Es decir, un método que estimule al alumno a desarrollar su propia inteligencia poniendo las herramientas tecnológicas a disposición de su aprendizaje.
Lo que las Aulas Inteligentes buscan es que la tecnología informática sirva como un estimulante de las mentes del alumnado, impulsándolas a buscar por ellos mismos el conocimiento; ante lo cual, es necesario que toda clase de aparatos multimedia se encuentren dentro del aula, junto al alumno (Lozano Díaz, 2004, p.2) Con esto, se le da un giro radical a todo lo concerniente al aprendizaje y, directamente, a la dinámica con que se trabaja en clase, entendida como un discurso por parte del profesor (sin libertad de opinión para el aprendiz), seguido de una tarea para reforzar lo visto en clase, y, posteriormente, una evaluación de la misma.
El modo de operación de las Aulas Inteligentes es sencillo: el educador ofrece una introducción del tema (destacando los puntos clave de la situación), deja un trabajo de investigación, y, de forma instantánea, el alumno, gracias a su PC y su conexión a internet, lo realiza, para luego, ofrecer su punto de vista al final de la clase. Dentro de un aula inteligente también se utilizan recursos audiovisuales como: videoconferencias (gracias a programas como Skipe), presentación de diapositivas por parte del docente para una mejor explicación de la temática, conexión Wi-Fi para facilitar las comunicación maestro-estudiante dentro del aula y, a su vez, permitir que el estudiantado realice su investigación dentro del aula.
No obstante, las Aulas inteligentes cuentan con sus ventajas y desv
entajas. Dentro de las ventajas podemos mencionar tres: primero, el Aula Inteligente ofrece una infinidad de nuevos insumos en pro del aprendizaje. Se vale de las posibilidades innovadores de estos tiempos, posibilitando aún más el eficaz ejercicio de la enseñanza, gracias instrumentos audiovisuales (cañón o proyector para diapositivas, transmisión de videos, comunicación con otros especialistas por videoconferencia), y el consultar información más actual, variada y disponible, con la ayuda de Internet. Segundo, las Aulas Inteligentes renuevan en el cerebro
